En la fecha en que Ludwig van Beethoven (1770-1827) hizo la Novena sinfonía, el romanticismo estaba en auge, estoy hablando del siglo XVIII, fue su última obra y la que hizo totalmente sordo, pero con el deseo profundo de realizar un cambio e innovación que impactaría hasta nuestros días: hizo que la sinfonía hablara, pero no con cualquier palabra sino con el texto liberador, alegre e inspirador de Friedrich Schiller (1759-1805) y su poema "Oda a la Alegría". Pero ¿qué hacía tan atractivo a este poema y a esta música en particular? que en esa mezcla se veía reflejada el anhelo de igualdad, fraternidad y libertad que comenzó en Alemania y luego se extendió por Europa y el mundo, siendo la consigna revolucionaria de Francia.
El ingrediente esencial de la experiencia creadora tanto de Beethoven como de Schiller era el ideal de libertad, porque es justamente el acto creativo el que les entregaba la libertad deseada y la que era lo suficientemente importante para arriesgarlo todo, en esa época al colocarle palabras a una sinfonía, en nuestros tiempos, a vivir en el gozo y placer de hacer lo que amas, dirigiendo tus esfuerzos y recursos a cumplir tus sueños.
Ciertamente, la Novena sinfonía y en ella, el Himno a la Alegría, fueron una auténtica liberación personal y musical que permitió la creación de un nuevo género, la sinfonía coral y la apertura de nuevas posibilidades creativas en la historia de la música; sin este atrevimiento descarado, no podríamos disfrutar de esta maravillosa obra.
Y te preguntarás, "ok, pero ¿qué tiene que ver esta anécdota músico-poética con las emociones que hemos conversado en este blog?", pues déjame responderte así: Eso que añoras, tus sueños, tus más profundos deseos, se conectan indiscutiblemente con tu libertad. Son nuestras acciones, amparadas por la creatividad, las que nos llevan hacia el camino de la realización personal, materializando esos poderosos anhelos y ¿cuáles son los ingredientes necesarios para tal Alquimia?, pues los estados de calma, equilibrio y concentración, los que le abren la puerta a la alegría y felicidad, así como una ruta concatenada de eslabones, estas emociones poderosas permiten que la creatividad nos inunde y con ello accedamos a nuestra libertad.
Liberándonos del peso, el Alivio
Para conectar con estados que impulsen nuestra creatividad, necesitamos primero liberarnos de lo que nos tensa (lee más sobre la tensión), nos preocupa y nos impide concentrarnos, esa emoción es el Alivio, la que surge cuando algo desagradable o doloroso se termina o no llega a suceder. Nos permite reducir o eliminar una carga o un peso, ya sea físico o emocional.
A menudo, cuando nos sentimos aliviados, acompañamos esta sensación con un suspiro, el que marca la transición emocional entre una situación de tensión o estrés una situación de calma o bienestar.
El Alivio a una situación de tensión y/o estrés puede llegar en la medida que pedimos ayuda, declaramos que no podemos continuar y/o compartimos lo que sentimos. Esta emoción es un paso para entrar en la calma.
Aliviar las dificultades nos lleva al camino de la serenidad.
Ejercitando la Serenidad
La Serenidad o Calma es una experiencia emocional que contribuye a aceptar una situación desagradable, la sentimos como un estado de equilibrio físico, mental, emocional y espiritual, que nos lleva a un estado de paz interior. Una persona serena mantiene la calma ante cualquier situación difícil y busca alternativas posibles para poder conservar su serenidad. Esta emoción nace de lo más profundo de tu ser y se expande hasta tu mirada. Una persona serena es tranquila, apacible y amable.
La serenidad se puede ejercitar como si fuese un músculo y entrenarla ayuda a aumentar nuestra felicidad.
La motivación imparable de la Felicidad
La Felicidad es un estado de ánimo que se produce cuando llegamos a un momento de bienestar (lee más sobre los estados de ánimo), porque vivimos una situación agradable y hemos logrado nuestros objetivos o porque hacemos lo que nos gusta, disfrutando de nuestras capacidades y de lo que podemos o sabemos hacer. Es por ello que se considera que la felicidad es diferente para cada persona.
La sonrisa es la expresión física de la felicidad, nuestro rostro se ilumina y todo cobra sentido en la vida.
La felicidad es distinta a la alegría.
La amistosa emoción de la Alegría
La Alegría es una de las emociones más positivas (lee más sobre la alegría). Es la sensación agradable que nos hace estar contentos, con ganas de sonreír, con buen humor y con ganas de pasarlo bien.
También conocida como júbilo, gozo o placer; la alegría se origina por un motivo muy agradable y a diferencia de la felicidad, es de corta duración, sin embargo podemos tener muchos momentos alegres durante el día.
¿Qué sucede cuando estás alegre? Te invade una sensación lúdica, tu energía aumenta y tus pensamientos se vuelve más livianos y positivos.
Para muchos creadores como Beethoven y Schiller, la creatividad les activaba la pasión, la expresión y la intensidad de la vida, mucho de este impulso lo sentimos en sus obras que permanecen a lo largo del tiempo...
¿Te imaginas cómo podrías ser recodado o recodada si lograras imprimir creatividad, libertad y pasión para alcanzar tus sueños?... Siempre es un buen momento para comenzar ;)...
¡Deja un comentario!
¿Alguna pregunta o comentario sobre esta publicación?
¡Nos encanta saber de ti, estar en contacto contigo y conocer de tu experiencia con todo lo que proponemos en nuestra Comunidad Espacios Mágicos, así que deja un comentario a continuación!
Un abrazo.
